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lunes, 12 de noviembre de 2012

JENNY HA VUELTO. Emoción y compromiso

Fuente: El Clarín, www.elclarin.cl
Jenny Barra Rosales ha vuelto, pero no por sus pies ni entera: lo ha dicho su hermano Sergio. La joven que salió viva de su casa en San Bernardo, fue asesinada con toda la brutalidad de la dictadura, sus secuaces e instigadores, cuando todos éstos ya habían traído al país la maldición de la economía neoliberal.
Su madre, Laurisa Rosales, emocionada frente a los homenajes que han rendido a Jenny no solo la gente de su tiempo, miristas, enfermeras, gente de San Bernardo, sino jóvenes rebeldes y militantes de la izquierda revolucionaria y consecuente.
Los restos de Jenny reposan en el Memorial del Cementerio General, pero ahora falta algo muy importante: verdad y justicia. Castigo a los responsables de haberse ensañado con una niña que trabajaba paciente y silenciosamente por hacer algo para mejorar la vida del mundo trabajador y de los más desposeídos del país, cuando éste se hundía (y se sigue hundiendo) en los abismos de la desigualdad y la injusticia social.
Rabia, frente al sacrificio de Jenny, mientras muchos de sus jerarcas se rindieron y se entregaron al poder del dinero y de la prepotencia. Dolor, pensando que Jenny pudo haberse salvado yéndose del país tras su primera prisión, de varios meses en 1974. Sin embargo, la joven fue fiel a la consigna: "El MIR no se asila", y se dedicó a organizar la resistencia, en las condiciones que sólo los cuadros de los años 70 sabemos.
Esperanza, de que el hallazgo de Jenny abra otras compuertas a la verdad y se puedan atar cabos sueltos, para encontrar los restos de otros desaparecidos de la época.
Satisfacción, al ver que la memoria de una desaparecida de más de un tercio de siglo, hoy fructifica. La Jenny que no alcanzó a tener pareja ni hijos, se une al seno de la Madre Cósmica, la Ñuke Mapu, y se hace madre de muchos jóvenes combatientes que harán justicia, sin transar muertos por cupos electorales, sin transar verdad por cargos fiscales. 

Este sábado 10 de noviembre una pequeña parte de su cuerpo físico recibió honrosa sepultura en el Memorial del Cementerio General, mientras otra clama justicia desde el seno de la Pacha Mama, pero la luz que significa Jenny Barra se enciende por San Bernardo y por todas lasa tierras, en vela de homenaje, en antorcha juvenil, en barricada popular, y salen a las calles muchas Jenny rebelándose por poner fin al tiempo de la dictadura económica, por una educación digna, no basada en el lucro, por un trabajo digno no basado en la expoliación de los humanos. 

La derecha y la "centroizquierda" unidas para tapar de impunidad el territorio del país, no van a impedir que los restos de los desaparecidos vuelvan a la superficie y canten su verdad[1].

Las banderas rojas y negras de Jenny han sido recogidas y siguen en la lucha, junto a la verde y roja que siempre unió y unirá fuerzas con las y los más consecuentes. 
Carlos Ruiz



[1] Como en el cuento de los hermanos Grimm, “El hueso cantarín”.

Algunas fotos de la jornada.
Viernes 9 de noviembre. Marcha - romería desde la Plaza de San Bernardo hasta la casa de la familia Barra Rosales, pasando por el liceo donde Jenny estudió y la Plaza Guarello desde donde desapareció.






















Blog Justicia nada más pero nada menos


Sábado 10 de noviembre. Honras fúnebres en el Memorial del Cementerio General

Fuente: OPAL










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La joven detenida desaparecida hace 35 años: Jenny ha vuelto

SÁBADO, 10 DE NOVIEMBRE DE 2012 09:20 ARNALDO PÉREZ GUERRA

“Busqué a mi hija durante 35 años… Ahora sé que me la mataron”, dice Laurisa Rosales, 83 años, madre de Jenny Barra Rosales, estudiante de enfermería de la Universidad Católica y militante del MIR, detenida desaparecida desde el 17 de octubre de 1977.  

“Pepona”, como le llamaban sus compañeras de liceo, habría cumplido 59 años el pasado 27 de octubre. Su velatorio se efectuó en la casa familiar, en San Bernardo. Este sábado 10 de noviembre su funeral será en el Memorial de los Detenidos Desaparecidos y Ejecutados Políticos en el Cementerio General.
La familia sufrió hace poco otra dolorosa pérdida. En 2010, mientras estaban de vacaciones en Pelluhue, a consecuencia del maremoto el pequeño Alonso, de ocho años, fue arrastrado por el mar junto a su abuela Laurisa. Ella fue encontrada al día siguiente, entre barro y escombros.

BUSCANDO A JENNY
En 2001, en un pique de la mina Los Bronces en la Cuesta Barriga, se encontraron fragmentos de restos humanos. Pruebas de ADN nuclear y mitocondrial, encargadas por el Servicio Médico Legal (SML) al Laboratorio Gerichtsärzte de la Universidad de Innsbruck, en Austria, indican con un 99,99% de certeza que algunos restos corresponden a la estudiante Jenny Barra.
Detenida en 1974 por militares de la Escuela de Infantería de San Bernardo, Jenny pasó por la tortura en Cerro Chena, Tejas Verdes y Tres Alamos, antes de llegar a la Correccional de Mujeres. En prisión continuó sus estudios y recuperó su libertad después de ocho meses. En octubre de 1977 agentes represivos la vigilaban. No hay testigos de su detención, pero fue vista en un automóvil Peugeot 404 con patente de Renca. Un preso político, José Tobar, declaró que lo torturaron durante tres semanas en un lugar desconocido y le mostraron fotos de mujeres, entre las cuales vio la de Jenny. “Sentí el interrogatorio que hacían a una mujer, pudiendo identificar su voz como la de Jenny Barra”. Se acreditó judicialmente que la patente del auto donde fue vista Jenny pertenecía al Ministerio de Defensa.

En noviembre de 1977, la familia interpuso un recurso de amparo. El ministro del Interior, general Raúl Benavides, y el prefecto Juan Salinas, informaron “no registrar antecedentes”. Aunque no se había agotado la investigación y existían diligencias pendientes, en mayo de 1978 la justicia declaró cerrado el caso. “La amnistía ha extinguido la responsabilidad penal”, señaló el juez. Aunque la Corte de Apelaciones revocó la resolución, en junio de 1979 se cerró nuevamente la investigación. En mayo de 1980, la familia Barra Rosales interpuso otra querella, por el delito de secuestro y en julio de 1981, el tribunal cerró el sumario sin culpables.




SACARON AL REFLEJO VIVO DEL NAZISMO DEL MINISTERIO DEL INTERIOR SIN EMBARGO PUSIERON EN SU REEMPLAZO A QUIEN SUBIA DE RODILLAS A CHACARILLAS A BESAR LA MANO DEL DICTADOR Y QUE RECIBIA ADIESTRAMIENTO IDEOLÓGICO EN COLONIA DIGNIDAD COMO ANDRES CHADWICK



Jenny ha vuelto: más de cien personas despidieron restos de la joven detenida y ejecutada en 1973

Con apenas 23 años, la joven Jenny Barra Rosales estudiante de enfermería fue vista por última vez en la Plaza Guarello de San Bernardo. Hoy tendría 59 años.

Más de cien personas llegaron este sábado al Cementerio General a despedir a la ex militante del MIR, Jenny Barra Rosales, mujer detenida y ejecutada bajo la dictadura, y cuyos restos fueron identificados recientemente por el Servicio Médico Legal a más 35 años desde su desaparición.

Con apenas 23 años, la joven estudiante de enfermería fue vista por última vez en la Plaza Guarello de San Bernardo. Hoy tendría 59 años.

"Ni el tiempo ni la muerte callará tu voz" y "Ni perdón ni olvido", formaban parte de las promesas estampadas en pancartas y afiches que coronaban el desfile. Al memorial de los detenidos desaparecidos lo adornaban fotos y coronas de flores.

Por su parte, Laurisa Rosales, madre de Jenny, hizo un llamado para continuar la lucha por la "verdad y la justicia", además de exigir castigo para los "canallas y asesinos" detrás de las desapariciones.

"Así como mataron a mi hija, hay muchas mujeres que desaparecieron y deben aparecer igual que la mía. Por eso que aquí no termino yo, no terminamos nosotros, porque es una obligación seguir luchando por la verdad, la justicia, y el castigo a estos canallas asesinos", manifestó.

Mientras que el hermano de la joven, Sergio Barra, relató emocionado el momento en que le entregaron los restos de Jenny, destacando que no "llegó andando ni llegó un cajón grande con sus huesos. Llegó solamente un pedacito de dos por tres centímetros".

"Cuando la tuve en mis manos, pensé en la maldad del hombre, en el ensañamiento, en cómo podían después de 35 años, dejar eso", se lamentó.

Por último y en la misma línea que la madre de Jenny se expresó la presidenta de la Asociación de Familiares de Detenidos Desaparecidos, Lorena Pizarro, asegurando que no van a "descansar jamás" hasta alcanzar la justicia frente a los "crímenes de la dictadura", precisando que también van a exigir "verdad y justicia para los crímenes de esta transición".


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